El Desván de Lucy Curiosidades y entretenimiento gratis
La playa nos encanta, es más que obvio, pero si además supiésemos todos los beneficios que nos puede llegar a aportar no dudaríamos en regalarnos unos cuantos días al año de asueto en algún destino playero.
Hoy vamos a hablar de las propiedades del agua marina y así aquellos que estáis ya de vacaciones en la costa podréis sacarle el máximo partido a vuestros días. Y los que aún no habéis tenido esa suerte ya podéis ir haciendo un pensamiento , porque merece la pena.
En primer lugar, debéis saber que el agua de mar tiene una composición diferente a la que se encuentra en lagos, lagunas o ríos (dulce). Esta posee Zinc, yodo, potasio y oligoelementos que la convierten en una gran “amiga” para nuestra piel y el cuerpo en general. Entre las principales propiedades del agua marina podemos encontrar su efecto antibiótico, ideal para curar antes los procesos de cicatrización de heridas.
Por otro lado, sabed que flotar en el mar o nadar entre las olas sirve para relajar los músculos por el Yodo, que a su vez favorece a recuperarnos de ciertas lesiones. Es ideal para los que están haciendo rehabilitación o se hallan inmersos en procesos post operatorios.
A aquellos pacientes con enfermedades o problemas respiratorios se les suele recomendar respirar la brisa del mar y darse baños en la playa ya que el agua salada favorece a que los pulmones puedan eliminar todas las toxinas o elementos ajenos. De modo que, para tos con mucosidad, catarros y otras dolencias más severas, ir al mar es una excelente cura.
Por otro lado, las personas con problemas reumáticos, tales como la artritis o la artrosis se benefician absolutamente con el agua de mar, si se realizan baños en la playa, pueden disminuir los intensos dolores que suelen caracterizar a estos padecimientos.
Al ser tan rica en magnesio, el agua de mar ayuda a calmarnos y a eliminar la ansiedad. Es por eso que disfrutar de algunos días en la playa cuando no hay tanta gente o en los balnearios alejados de los centros urbanos es una terapia que se recomienda para los que sufren de trastornos nerviosos, depresión o estrés, leve o agudo.
Caminar, por la playa además de hacer ejercicio y despejar la mente, es fantástico para hablar con tu pareja o mirar una puesta del sol, el agua salada masajea nuestros pies con las olas y a la vez, gracias a la textura de la arena que se mueve por el agua, se suavizan los talones.
Los que vivimos cerca del mar deberíamos hacer una terapia al menos una vez por semana. En verano, puedes darte un chapuzón al salir del trabajo y cuando hace frío puedes solamente respirar la brisa fresca desde el paseo marítimo. Ambas actividades son muy beneficiosas para nuestra salud. Si estás alejado de la playa, no esperes a tus vacaciones para ir, aprovecha algún fin de semana o puente.
El agua de mar es también excelente para tratar problemas del hígado o de los riñones, porque permite regenerar las células que se dañan por cirrosis, por ejemplo. En esta terrible enfermedad se acumula mucho líquido en el vientre, pareciendo que el paciente está embarazado (sea hombre o mujer). Bebiendo agua de mar se puede eliminar esto. También hay casos de personas con insuficiencia renal que al beber agua marina no padecen más mareos, vómitos ni problemas urinarios diversos.
Para las enfermedades dermatológicas, como por ejemplo la psoriasis, se recomienda hacer baños con agua de mar. Las escamas características se irán desprendiendo y cayendo solas. Lo mismo para el cuero cabelludo cuando acumula piel muerta y picazón.
A su vez es beneficioso para tratar problemas de insomnio, en ese caso se aconseja ir a la playa a pasar el día, dar un paseo por la orilla del mar o simplemente quedarse frente a las olas durante una hora respirando la brisa. Esa acción va a provocar que la persona se canse y que en las horas posteriores de sueño éste sea reconstituyente y efectivo.
Como podéis comprobar, todo son ventajas, así que es hora de ir pensando en esas cosas maravillosas que nos regala la vida y que están a nuestro alcance.
