Amigos, se ha descubierto que tomar té negro es lo mejor que podemos hacer si queremos reducir los niveles de estrés.
Bebiendo a diario té negro reduciríamos la concentración de una hormona asociada al estrés y contribuiríamos indirectamente a prevenir las enfermedades cardiovasculares, según un estudio llevado a cabo en Gran Bretaña.
Financiado en parte por el British Heart Foundation, este estudio clínico es uno de los pocos destinado a medir los efectos fisiológicos del té negro sobre el estrés.
Los resultados del estudio han podido demostrar que los niveles en sangre del cortisol, hormona de naturaleza corticoide que segregan las glándulas suprarrenales, en los participantes que tomaron 4 tazas de té negro al día durante 6 semanas habían descendido un 20% más que en los participantes del grupo testigo que tomaron un té ficticio.
Se solicitó primero a 75 hombres que tenían entre 18 a 55 años que se abstuvieran de consumir té, café, anti inflamatorios, así como de frutas y verduras ricas en flavonoides, durante los 30 días anteriores al inicio del ensayo clínico. Luego se dividieron los participantes en 2 grupos, al azar.
Los participantes de un grupo tomaron té negro mientras que el grupo testigo tomó una bebida cuyo sabor era similar al del té, pero que no contaba con ingredientes activos.
Todos los voluntarios se sometieron a diversas pruebas para desencadenar reacciones fisiológicas relacionadas con el estrés. Se les realizaron analíticas antes y después de las tareas para medir las concentraciones de las plaquetas en sangre y del cortisol, así como el ritmo cardíaco y la tensión arterial. 50 minutos después, los niveles de cortisol habían bajado un 47% en los bebedores de té, en comparación con los que tomaron la bebida placebo en los que sólo había bajado en un 27%.
Los investigadores también se fijaron en que la activación de las plaquetas sanguíneas (asociada con la coagulación y con el riesgo de infarto), era más débil en el grupo del té. Estos datos llevan a los investigadores a concluir que el té negro también podría contribuir, de forma indirecta, en prevenir las enfermedades cardiovasculares.