Hola amigas,
La que más o la que menos usamos la plancha para alisar nuestro cabello para que éste nos quede con un aspecto más pulido ¿ cierto ?
Pues incluso para ese gesto que nos parece tan simple hay formas correctas de manejo si no queremos correr el riesgo de chamuscarlo en dos telediarios.
Hoy os voy a contar qué debéis hacer para que plancharos el pelo no sea un crimen o un atentado contra vuestra melena.
-Lo primero que debemos tener en cuenta es que necesitamos un protector térmico sí o sí, es decir que si no soléis hacerlo ya estáis tardando en comprar alguno de los que hay en el mercado y que tenga una calidad al menos aceptable. Yo recomiendo siempre la marca Kerastase por ser productos realmente espectaculares en cuanto a relación calidad-precio.
Importantísimo: aplicad el producto cinco minutos antes de iniciar el planchado. Además de protección veréis que vuestro pelo se alisa más rápidamente.
– No torturéis a vuestra pobre melena pasando y repasando la plancha por los mismos mechones , si pensáis que ésto la va a dejar mejor.¡ No ! Chicas, primero cepilladlo bien, después se pasa la plancha lentamente y de forma constante. Eso sí lo deja liso y no lo machaca tanto.
– En cuanto a la temperatura es fundamental revisar que no estéis planchando vuestro cabello a 450º, Lo único que conseguiréis es ir churruscándolo. Tened paciencia y regular la temperatura de la plancha. Os quedará mucho más bonito.
– No paséis la plancha por vuestra melena si aún está húmeda. Cuando hacemos éso si os fijáis se escucha un ruidito sospechoso y crepitante y hasta se aprecia en el ambiente ver salir el vapor. Pues eso es simplemente el grito de socorro que os lanza vuestra melena. Siempre en seco, por favor.
– Lo más importante de todo es tener un buen aparato para plancharos el cabello. Imprescindible que el material sea de cerámica o turmalina, que tengan el tamaño ideal, ni muy anchas ni muy finas.Es cierto que hay ciertas marcas , como GHD que cuenta con planchas de una calidad incuestionable, pero al bolsillo quizás no le encaje su precio. Es obvio que si podéis os compréis una de ese tipo, pero si vuestra economía no está para tirar cohetes, tenéis opciones más económicas en el mercado y que os darán un resultado igual de bueno.
Como habéis visto son cinco consejos que no cuesta nada llevar a cabo y que van a marcar un antes y un después en vuestro planchado.
¡ Ya nos contaréis !