¿ Verdad que es genial abrir el armario y que surja una fragancia deliciosa y fresca que nos aporta sensación de limpieza? A veces el olor del suavizante no se mantiene por mucho que echemos bastante cantidad de producto en el cajetín correspondiente de nuestra lavadora, y cuando la ropa se seca pierde absolutamente la fragancia, incluso en ocasiones llega a atrapar malos olores si la dejamos muchas horas sin airear.
Las causas para que ésto suceda pueden ser varias:
-Que la lavadora necesite una limpieza interna
– Dejarla mucho rato cerrada hasta que la tendemos o la pasamos a la secadora.
– Elegir un programa erróneo.
– Mezclar ropa bastante sucia con otra casi limpia.
– Cargar excesivamente la máquina.
Bueno, pues os voy a contar un truquillo que funciona de maravilla y con el que vais a lograr mantener un aroma divino y que además va a facilitar el posterior planchado de las prendas que lo precisen:
NECESITAMOS
– 1 bote de pulverizador vacío
– Agua destilada
– 1 cazo de nuestro suavizante favorito
Se trataría de llenar el bote pulverizador de agua destilada y añadir un cacito del suavizante, Agitamos bien y pulverizamos la ropa con la mezcla. Si necesitamos planchar también lo aplicaremos a modo de agua de planchado.
Os lo recomiendo y siempre iréis oliendo a limpio!
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