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Seguro que muchas de vosotras os estáis planteando la opción de pasar por el quirófano a operaros el pecho, ¿cierto? Pues hoy os voy a contar cómo están las cosas en estos momentos, porque ya sabéis que la cirugía plástica avanza a pasos agigantados.
Los últimos avances en la tecnología de implantes, así como en las técnicas quirúrgicas, hacen de la cirugía de aumento de pecho una opción viable, accesible y natural para cumplir ese sueño.
En primer lugar, el cirujano realiza un examen morfológico de los pechos. Se examina perfectamente la glándula mamaria, el tejido adiposo, los músculos del pecho y la calidad de la piel (si la piel es fina o gruesa). A continuación, el cirujano informa del tipo de prótesis que mejor se adapta a la paciente y el sitio idóneo para su implantación.
Los implantes mamarios anatómicos tienen la capacidad de reproducir la forma natural del pecho (forma de pera o lágrima), pero pueden sufrir riesgo de rotación. El riesgo de rotación es raro que ocurra si la técnica quirúrgica es la correcta. Su aspecto natural es muy adecuado para pacientes delgadas con tejido delgado o con poca glándula mamaria, así como en los casos de reconstrucción de la mama. Los implantes redondos realzan el escote y tiene más curvatura en la parte superior. En caso de rotación, no hay alteración de la forma de la mama, porque que los implantes redondos son esféricos.
Los implantes de mamas más utilizados hoy consisten en una cápsula que contiene gel de silicona y que aporta un tacto muy natural y agradable. Además del efecto súper natural al tacto, los implantes de gel de silicona ofrecen un resultado más estético y armonioso.
Los implantes mamarios que se componen de solución salina (agua salada) se colocan desinflados en el hueco de implantación y se llenan con dicha solución salina una vez implantados. La solución salina no es perjudicial para el organismo, pero este tipo de prótesis puede crear ondas antiestéticas en la superficie del pecho si el grosor de la piel es delgado.
Para colocar la prótesis se realizan incisiones habitualmente pequeñas, de tres diferentes maneras: a través de una incisión en la axila, a través de una incisión alrededor de la aureola mamaria, o a través de una incisión a nivel del surco submamario. La ubicación de la incisión depende de las características del pecho de la paciente y del implante a colocar. Con el tiempo las cicatrices se hacen menos visibles y, dependiendo del sitio, pueden llegar a ser casi imperceptibles.
Actualmente en España esta operación cuesta aproximadamente unos 4500 € con todo incluido.
