Según nos indican los facultativos , durante la época estival se incrementa el riesgo de sufrir picaduras de medusas, mosquitos, abejas o avispas y los daños provocados por ciertos animales marinos y por algunos insectos están entre los grandes peligros de esta estación.
En cada caso se requieren, determinados principios básicos de prevención y tratamiento, cuyo conocimiento sirve para paliar los síntomas y no caer en soluciones tan extendidas popularmente como equivocadas.
En el caso de las medusas, el colectivo médico señala que no es conveniente lavar la zona con agua dulce ni orinar, como tampoco aplicar hielo directamente, echar arena o restregar la toalla.
Nos informan que entre otras toxinas, su veneno contiene hipnocina, que provoca somnolencia, parálisis muscular y respiratoria y tiene propiedades anestésicas; talassina, que en dosis pequeñas produce urticaria y edema y en una cantidad elevada, parálisis nerviosa; y congestina, que ataca el tracto digestivo y provoca vómitos, dolores abdominales, además de problemas respiratorios.
En el caso del erizo de mar, es responsable de causar heridas a numerosos submarinistas y nadadores que pisan su cuerpo cubierto de espinas. Estos animales tienen dos mecanismos de defensa diferentes; el primero son las espinas, que producen heridas punzantes; y el segundo, unos órganos más pequeños y delicados llamados pedicelarios, que sirven para apresar. Se hallan entre las espinas y liberan veneno cuando los erizos atacan.
Sus heridas punzantes producen hinchazón, enrojecimiento, dolor e infección y múltiples pinchazos profundos que pueden provocar, incluso, parálisis, fallo respiratorio y muerte, por lo que apuntan que es importante tratar estas heridas punzantes inmediatamente para evitar complicaciones.
Para ello, se debe salir del agua, revisar la zona afectada, extraer los pinchos, sumergirla en agua caliente o vinagre, tomar un analgésico y acudir al servicio de urgencias, según inciden los especialistas.
En cuanto a las avispas y abejas, ocasionan peligrosas reacciones mientras que, si no somos alérgicos, producen un doloroso pinchazo con edema e inflamación. En el caso de las abejas, es necesario quitar el aguijón sin usar pinzas para que no se extienda el veneno, lavar el área afectada con agua y usar un antiséptico. También es útil aplicar frío.
Los mosquitos y tábanos succionan sangre y, a su vez, introducen saliva, lo que provoca picor. Para prevenirlas, es práctico el uso de ropa de manga larga y pantalones. Además, se recomienda servirse de mosquiteras e insecticidas.
Sobre el pez araña, también conocido como pez escorpión, permanece la mayor parte del tiempo semienterrado o posado sobre el fondo del mar, especialmente en los arenales. Es una especie muy abundante y también una de las más venenosas. Sus radios espinosos, de las aletas dorsales y pectorales, contienen una sustancia venenosa que causa, al clavarse en la piel, un dolor agudo e hinchazón.
Intentar quitar los tentáculos o restos que queden, usando guantes o cualquier objeto que no dañe la piel y también aplicar vinagre reducido al 50 por ciento, aplicar agua con bicarbonato y frío en la zona afectada y acudir al servicio de urgencias.