La mayoría de mujeres somos muy coquetas y nos encanta cambiar de look de vez en cuando, cortamos, rizamos, alisamos o bien usamos los tintes sin pensárnoslo dos veces cada vez que nos apetece dar un giro a nuestra imagen. Bueno, pues hoy os voy a explicar unas cositas que vais a agradecer, allí vamos:
1. Una imagen vale más que mil palabras. Imagina que llegas a tu peluquera, le dices que quieres un tono como el de Elsa Pataky, y no tiene ni idea de quién es. Por más que trates de encontrar las palabras para descifrar el color ella lo podría interpretar de otra manera, así que si quieres basarte en el tono de alguna celebridad es mejor que lleves varias fotos en distintos tipos de iluminación, así conectarás mejor con tu estilista.
2. De oscuro a claro. Debes saber que si tu tono natural es castaño y quieres convertirlo en rubio claro, forzosamente deberás decolorarlo. También es importante que consideres optar por una base no tan clara con reflejos, así se verá mucho más natural.
3. ¿Necesitas cortar? Si además de teñir tu pelo también quieres un corte, asegúrate de decírselo antes a tu estilista. Normalmente te harán el corte antes porque así el peluquero podrá visualizar la aplicación del tinte, y también podrías ahorrarte unos euros si necesitas menor cantidad de tinte.
4. Sé sincera. Si te pregunta el peluquero qué te has hecho anteriormente en cuanto a coloración, cuéntale todo tu historial, desde si solías teñírtelo en casa, si lo decoloraste y no conseguiste el tono que querías, si tu última coloración fue hace un año. Todo servirá para que el profesional sepa exactamente cómo tratar tu pelo. No vale omitir datos en estos casos en los que conseguir el tono idóneo es la idea.
5. ¿Cuándo es mejor lavarte el pelo previamente a la coloración? Se recomienda que si te vas a lavar el pelo con champú, lo hagas de 12 a 24 horas antes de ir al salón de belleza a que te apliquen el tinte. Si lo haces poco antes, eliminarás los aceites naturales que protegen al cuero cabelludo y posiblemente sentirás escozor y ardor al contacto con el tinte.
6. ¿Cambio demasiado drástico? Si pretendes un cambio dramático –como pasar de rubia a pelirroja– asegúrate que el color que deseas te favorece. ¿Cómo? Puedes ir a una tienda de pelucas y probarte una del tono que deseas. También debes saber que es posible que necesites más de una sesión para lograr el resultado deseado, sobre todo cuando hablamos de cambios muy radicales.
7. Confía. Muchas veces el color que ves en la caja o en la muestra del tinte no es el que obtendrás en tu pelo, esto tiene mucho que ver con la textura, grosor y color de tu melena, o con la marca del producto. Si tu peluquero te recomienda que vayas por un tono más claro u oscuro para lograr el resultado que deseas, escúchalo, recuerda que él es el profesional
8. No olvides mantenerlo bien. A menos que ese sea tu objetivo, olvídate de las raíces sin teñir como Madonna en los ochenta. Es importante que acudas a tu estilista para un retoque de raíz con la frecuencia que sea necesario.
9. ¿Respecto a las cejas? Teñir o no teñir las cejas es tu decisión, aunque nosotros te recomendamos que no lo hagas para obtener un look mucho más natural, aprovecha que hoy en día el look de cejas pobladas y oscuras –al estilo Cara Delevingne– sigue en boga.
10. Cuidados post-tinte. Un pelo teñido requiere cuidados especiales diferentes a los que no lo están. Un champú especial, una mascarilla y ampollas nutritivas son productos que seguramente tu peluquero siempre te recomendará, no sólo por “vender”, sino por extender al máximo la duración de tu tinte. Son mucho más importantes de lo que podemos pensar porque mantienen nuestro cabello en condiciones envidiables. Merece siempre la pena invertir unos eurillos en ciertos productos de alta calidad.