Cuando alguien quiere encontrar pareja, hay dos tipos de elementos que hacen que pueda sentirse atraído por una persona: su aspecto y su personalidad. Pero, ¿Cuál de esos dos elementos es más importante? Sin duda la compatibilidad de caracteres es fundamental para el éxito a largo plazo, pero es difícil concebir que exista una pareja si no hay atracción física en primer término. Veamos la importancia relativa de cada cosa.
La apariencia es una tarjeta de presentación
Salvo muy raras excepciones, cuando conoces a una persona nueva, su aspecto es lo primero que vas a ver. ¿Cómo definir el aspecto? Quizás se pueda resumir como el conjunto entre las características físicas de una persona (rasgos, fisionomía), su estilo (ropa, corte de pelo) y su forma de moverse. Normalmente, no hace falta mucho tiempo para que nos guste o nos disguste una persona, con una gran variedad de grados. Dicen que en los 5 primeros minutos de contacto ya podemos saber si llegaríamos a algo con esa persona.
El aspecto físico muchas veces condiciona nuestra opinión, de tal manera a que tenderemos a atribuir más virtudes a una persona que nos parezca atractiva que las que probablemente tenga. Nuestro cerebro nos engaña un poco y es más benevolente, hasta cierto punto.
La personalidad hace que una relación pueda avanzar
A medida que va pasando el tiempo y que tenemos más oportunidades de conocer a esa persona, nos vamos dando cuenta, inconscientemente o conscientemente, de lo que nos gusta desde el punto de vista de la personalidad, y más generalmente de sus opiniones, creencias, o costumbres. Es así como podemos no profundizar una relación con una persona que nos parece físicamente atractiva, ni siquiera como amigos, o al revés ir fortaleciendo nuestras interacciones con una persona que no nos atrae físicamente pero cuya personalidad y gustos encajan con los nuestros.
¿Carácter o aspecto?
Si el objetivo es tener una relación de pareja satisfactoria a largo plazo, sin duda lo más importante es la compatibilidad entre nuestra personalidad y la de la otra persona. No garantiza el éxito de la pareja (hay muchos más aspectos que influyen), pero da más posibilidades de éxito.
El problema con el físico, es que se puede tener como pareja a la persona más atractiva del mundo, después de un tiempo conoceremos tan bien a esa persona que quizás dejemos de verla con el interés inicial. Si al principio en la fase de enamoramiento podríamos estar ciegos de entusiasmo, a largo plazo no es suficiente para tapar las diferencias esenciales.
Sin embargo, el aspecto físico tiene su importancia. Primero porque suele ser la motivación inicial para conocer más a una persona, y segundo porque es fundamental sentir atracción física para poder tener una relación íntima satisfactoria. Aunque es cierto que la atracción también puede venir de aspectos mentales más que físicos.
En resumen: necesario que esa persona nos encaje dentro de nuestros patrones estéticos pero también lo es que su interior nos llene y nos complemente para que la relación pueda ser sana y duradera.