Cuando una pareja empieza a conocerse todo es novedad, todo es maravilloso, todo un Universo por descubrir. Vamos caminando de puntillas por arenas movedizas tanteando el terreno. Pero van pasando los días, y con ellos se va incrementando la ilusión, en el mejor de los casos, y sin darnos cuenta entramos en un clima de mucha más confianza en el que empezamos a utilizar un lenguaje propio, diseñado a nuestra medida y a la de él. Es el lenguaje secreto que establece cada pareja en base a sus vivencias y a su intimidad. Esa parte es absolutamente mágica y jamás se debería perder porque le imprime nuestro sello personal.
En la mayoría de casos, las parejas tienden a llamarse con motes cariñosos sacados de nombres de pasteles, de diminutivos de sus nombres o de adjetivos muy sonoros y relacionados con el aspecto físico o la personalidad. Sin duda, esta práctica refuerza muy positivamente la comunicación entre la pareja, por lo que aquí quiero dejaros algunos tips para fomentar esta práctica de inventar un lenguaje o código secreto entre vosotros:
- No es recomendable usar diminutivos o adjetivos que puedan tener tintes despectivos o bajarle la autoestima. Muchas parejas tienden a llamarse “gordo” o “gorda”, “peque” o cosas que podrían resultar ofensivas. Esto, aunque suena muy cariñoso, podría acabar por ocasionar un bajón de autoestima a tu pareja que contribuya a que esa persona se sienta insegura y acabe por odiar ese mote con el que te diriges a él. Desarrollemos el tacto, por favor.
- No repitáis apodos de parejas anteriores. Eso le resta magia y autenticidad a vuestra historia particular. Aunque pueda parecer una tontería, es muy posible que tu pareja se enfade si se entera de que lo llamas igual que llamabas a tu novio anterior. Cada pareja es un mundo aparte, y por tanto los apodos deben estar bien diferenciados en función de lo que te sugiera e inspire esa persona.
- Inventad otras palabras para nombrar aquellas cosas que son importantes para vosotros. En vez de celebrar que cumplís vuestro primer mes juntos, podéis celebrar vuestro “mesversario”, y en lugar de ir al piso podéis decir que vais a pasar la noche en vuestro “refugio del cielo”. Hay que ser original y desarrollar la imaginación. Se crean vínculos muy fuertes y llenos de ternura.
- Utiliza esos vocablos inventados por vosotros para animarle el día cuando esté triste. Así reforzarás el uso de ese vocabulario que nadie más entiende, salvo vosotros. De ese modo haréis crecer vuestra complicidad y os sentiréis verdaderamente unidos por un vínculo cada vez más fuerte que derivará en una relación adulta y madura.
- Recuerda que la comunicación es primordial en una pareja. Y no hay nada mejor para fomentarla y acrecentarla que crear un lenguaje propio entre los dos cuyo significado sólo conozcáis vosotros. Si te fijas en esto verás que irán apareciendo una serie de palabras mientras bromeáis en el día a día que, si se repiten más adelante, llegarán a ser un icono y un símbolo de vuestra relación.
A veces en los pequeños detalles está la clave para ser felices…