jueves , marzo 28 2024

¿Qué es el Sincrodestino ? Existen las casualidades?

A veces se agolpan en mi mente algunas palabras que me encantaría comprender y darles forma. Y  una buena manera de fijar un concepto, es plasmarlo en un papel o en su defecto en un word.

Esos vocablos hacen mucho ruido y son cada vez mas frecuentes en mi vida diaria. Véase: coincidencias, sincronicidad, destino, suerte, casualidad, causa-efecto, causalidad, entre otras.

¿Qué palabras, no? ¿ No os ha pasado que no encontráis cómo definir algo que os sucede a menudo, hasta que alguien os da un nombre o leéis al respecto sobre ese fenómeno?

Sin ir más lejos, hay una palabra que a mi entender identifica bastante que es la resiliencia.

He vivido ciertos episodios en mi vida, que se relacionan con la pena,el dolor, el sufrimiento y la tristeza, y por lo general frente a estas situaciones yo me he ido haciendo fuerte a través de todas ellas.

Una definición wikipédica dice lo siguiente acerca de esta palabra:

El término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. Cuando un sujeto o grupo (animal o humano) es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por los mismos.

Esto a mí me sucedía en algunas ocasiones y no sabía como bautizarlo, siempre me daba vueltas en la cabeza ,hasta que lo leí en un libro y ahí le puse palabras a lo que me sucedía, y pude aprender de qué se trataba. Y de hecho en los últimos tiempos parece ser incluso la palabra de moda: Resiliencia.

Es importante entender nuestros comportamientos, o por qué suceden, ya que cuando esto ocurre y una sabe que significa tal o cual reacción, es mas fácil enmarcarlo en nuestra lógica del pensamiento y de esta manera comprender porque pasa lo que pasa o que significado podría tener.

Al menos a mí me ayuda saber que esa fuerza que me salía vaya a saber uno de donde, se denomina resiliencia. Ahora entiendo el marco vivencial desde una perspectiva más general.

Después de esta pequeña introducción, vamos a entrar de lleno en el tema del post de hoy.

Muchas, y cuando digo muchas es muchísimas, cosas han pasado en estos últimos tres años, que me hacen creer que hay algo muy superior, muy inteligente y copado que hace que las cosas ocurran de una manera tan asombrosa, que por momentos me resulta incrédulo creer que puede llegar a ser real.

Esto abarca desde banalidades efímeras hasta acontecimientos impensables, casi milagrosos e incluso mágicos.

Mi historia resumida a rajatabla, es una muestra vivencial, de la magia del Universo, de la causalidad, de la sincronicidad, que mas adelante hablaré.

En fin, algunas de miles de historias que me van ocurriendo y que van haciendo de mi vida un cuento entremezclado donde parece que es uno de esos libros que eliges tu propia aventura! Todo el tiempo me topo con situaciones inesperadas.

Lo curioso de todo ésto, es que detrás de una sincronicidad, o causalidad, casualidad, causa y efecto, o como más os guste, siempre lo que ocurre es sorprendente y totalmente impensable.

Recuerdo una anécdota reciente que de casualidad pasé por la oficina de un amigo para charlar un rato, y de casualidad ahí se encontraba una persona que yo conocía lo justo y necesario como para saludarlo y de casualidad le dije que percibía en él muy buena energía, y de casualidad ese comentario le sorprendió y de casualidad surgió una charla muy interesante que desenlazó en la casualidad de armar un proyecto juntos en el que de casualidad estamos trabajando y de casualidad también sumé a otra persona  que de casualidad se involucró y en esa casualidad estamos trabajando aunando energías e ilusiones.

Muchas casualidades,¿ No? para una simple decisión de pasar a saludar a un amigo que ni siquiera entra en esta historia, pero que sí fue el nexo para que ocurriera. Algo más tiene que haber. No puede ser que la vida sea una casualidad, claramente hay un fenómeno que se ocupa de que estas cosas ocurran y con un argumento que atrapa.

Hace poco leí que los chamanes andinos tenían otro tipo de tiempo.

Nosotros conocemos y nos regimos por medio del tiempo lineal,del que marcan las agujas del reloj.

Este grupo de chamanes hablan de un tiempo circular, el cual es mucho más difícil de entender, ya que es ajeno a nuestro paradigma del tiempo. Pero entender o empezar a creer en esta teoría es un buen inicio para empezar a hablar de la sincronicidad.

Aún no encontré una definición ideal para esta palabra, pero en cierto modo creo que es una fuerza invisible, que atrae hacia nosotros determinados disparadores, que en caso de estar alertas y despiertos y entender estos mensajes codificados, vamos a tener la capacidad para poder descodificarlos y darle un sentido más pleno a nuestra existencia.

Retomando lo que los chamanes andinos decían sobre la sincronicidad, que se produce en el tiempo universal, lo que hace es juntar aspectos del pasado y del futuro para dar una respuesta a nuestro presente.

Por su parte, Eduardo Zancolli en uno de sus libros (El misterio de las coincidencias) escribe sobre el experimento de pensamiento ERP (por sus autores Einstein, Podolsky y Rosen) y dice lo siguiente:

“Si dos partículas (fotones o electrones) se formaron en el mismo estado cuántico, estarán siempre ligadas aunque se encuentren separadas entre ellas por distancias astronómicas. Se pasarán la información entre ellas a velocidad incluso superior a la luz. Ambas partículas responderán por igual, a pesar que se esté midiendo solo una de ellas, y aunque se encuentren en lugares opuestos del Universo”…

Esto me conduce a meditar y a creer muchas cosas. Pero quizás mi preferida es creer  que las cosas que nos ocurren, que me ocurren, es debido a que tanto a mí como a la otra parte, o las otras partes, nos está afectando una partícula en común y hace posible la sincronicidad también llamada causalidad.

Estoy muy de acuerdo con estas definiciones ya que soy una persona convencida de que la energía atrae a más energía similar. Es como que están vibrando en un mismo campo y por eso se entrelazan, se encuentran. No así con energías de diferente vibrar que quizás nunca se crucen en nuestras vidas.

Con esto lo que trato de deciros es que muchas veces lo que nosotros vemos como una mera casualidad en otros es un acontecimiento trascendental. La enseñanza aquí sería también que muchas veces las sincronicidades no ocurren en nosotros, sino que hay que mirar a nuestro lado, que todo el tiempo una persona puede ser sorprendida con un episodio sincronístico.

Cuando nos sumergimos en un tema de lleno, de repente percibimos  con mucha mas claridad situaciones relacionadas con ese asunto.

Y en este sentido, es fantástico empaparse de este tema, tan repleto de grandes misterios.

Por último me he preguntando cuál es el fin de una sincronicidad. Es decir,¿ por qué y para que ocurre? Después de pensar en esta respuesta, me di cuenta que todo lo que nos ocurre es producto de alguna sincronicidad. Y no es tan loco creer en esto. Volviendo al concepto del experimento ERP no es tan alocado pensar que todo surge del Big Bang. En definitiva todos estamos ligados con todos, ya que todos surgimos de una misma cosa.

Otro ejemplo de la sincronicidad, no circunscrita, la podemos ver en el hombre.

Nosotros somos seres de intención. Por ejemplo, yo tengo la intención de salir a correr para estar mas en forma. Conscientemente tengo la intención y la ejecuto. Pero para que esto suceda, deben ocurrir innumerables acciones no controladas por nosotros, como por ejemplo, la aceleración del ritmo cardíaco, que permite mayor oxigenación, la liberación de ciertas glándulas que proveen glucosa al cuerpo, señales por doquier que van al cerebro y permiten que movamos, piernas, brazos, etc. y otras tantas miles de funciones, que como bien decía, no controlamos pero ocurren y permiten que nuestra intención de correr se haga real.

Estas acciones son un ejemplo de sincronicidades. Solamente palpamos el resultado final (en este caso poder correr) sin considerar las innumerables acciones que deben ocurrir (y como decía antes, no controlamos) para que esto suceda.

Lo mismo ocurre en otro plano. Cuando nos viene alguien al pensamiento y de repente nos llama, o cuando nos encontramos con alguien que no veíamos hace tiempo, y habíamos pensado en él, y muchos otros ejemplos, muchas veces lo atribuimos a una mera coincidencia, pero les aseguro que si ahondamos un poco en el episodio, encontraremos un sin fin de sincronicidades (“cosas” que no controlamos) que permitieron que eso que creíamos una coincidencia ocurra. A esto lo llamo sincronicidad.

Por eso es importante estar conectados con la naturaleza para poder percibirlas, y en ellas, los mensajes que el Universo nos tiene preparados, que lo único que pretenden es hacer de nuestra vida una aventura mas entretenida.

Fijaos lo maravilloso que puede resultar que todo cobre un sentido.

Si prestamos atención a los mensajes que nos brindan las coincidencias haremos que éstas se multipliquen.

La realidad parece ser mucho más de lo que imaginamos; y cuando comenzamos a vislumbrar sus secretos, podemos liberarnos de todas nuestras preocupaciones y temores, la vida se vuelve más fácil y recuperamos nuestra alegría original.

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