El Valor de una amistad sincera

Hoy mi post va para los AMIGOS, sí , para esa familia que sin quererlo pasa a formar parte de tu cotidianidad. Que a través de los años y la experiencia te demuestran lo mucho que les importas y que puedes contar con ellos en casos de emergencia.

Lo voy a escribir desde un prisma psicológico para que tenga un poco de de rigor y no se quede todo en una percepción personal de lo que para mí es ese regalo llamado AMISTAD

Son muchos los estudios que se han realizado para determinar los beneficios de tener amigos para nuestra salud física y emocional, pero hoy me gustaría proponer una reflexión en torno al papel fundamental que pueden representar esas personas en la construcción de nuestro bienestar.

Siempre están cuando se les necesita, darían su vida por ti sin hacerte preguntas; Son los que te permiten llegar hasta el fondo de ti misma; Son escasos, pero muy generosos… Cuando hablamos de ellos se nos llena la boca de emoción, sólo tenemos palabras de admiración. ¿Quiénes son esos seres fuera de lo común, poseedores de un sexto sentido y de un admirable espíritu de sacrificio? Los amigos, sencillamente. Esas personas que conocemos de forma casual a lo largo de la vida, que nos ayudan a avanzar en el camino, que calman nuestros temores cuando estamos inquietos, enriquecen nuestra vida, nos regalan su tiempo cuando los necesitamos, sin esperar nada a cambio.
¿Son de verdad tan perfectos? ¿Por qué siempre que hablamos de ellos no cesamos de elogiarlos? Probablemente, porque son necesarios para nuestra construcción interna. “En la infancia, los amigos nos permiten desarrollar nuestras habilidades físicas y sociales.?En la adolescencia, nos ayudan a romper con la infancia, a crecer. Es la etapa en la que deseamos ser independientes, y ellos nos ayudan a dar el paso. Se transgreden normas, y eso produce rechazo de la sociedad, de la familia. Los amigos se convierten entonces en un núcleo seguro, en un microcosmos en el que podemos iniciar nuestra propia metamorfosis. De adultos, estas afinidades electivas nos ayudan a reforzar nuestro lado narcisista. Aunque hayamos creado nuestra propia familia o tengamos excelentes relaciones con nuestros padres y hermanos, los amigos siguen siendo imprescindibles”, señala el psicólogo clínico Esteban Cañamares, experto en parejas. “Los amigos me ayudan a ser consciente de que no me encuentro sola con mis pensamientos, con mis ideas, con mis sentimientos; que no estoy fuera del mundo, en definitiva”, confieso.

No elegimos a la familia, pero sí que elegimos a nuestros amigos… y ellos nos eligen a su vez. La relación de amistad aporta una confirmación de nosotros mismos: existo, soy importante para alguien, puedo serle útil.
Aunque a menudo pensamos que la verdadera amistad es desinteresada, lo cierto es que sacamos de cada amistad un cierto beneficio. Tengo amigos con los que puedo salir a divertirme, otros con los que hablo de aspectos más personales de mi vida. También están con los que discuto de lo divino y de lo humano y los que me miman y se ocupan de mí.
Según los especialistas, tenemos de media cuatro o cinco amigos que cumplen funciones diferentes. Ninguno es igual al otro, ninguno nos aporta las mismas cosas. Es posible que uno de ellos reúna estas cuatro “cualidades”, pero lo cierto es que si algo nos gusta de la amistad, eso es la diversidad.

El amigo compensación: nos da lo que necesitamos

Son como hermanos. Nos dan consejos sobre trabajo, relaciones… Son vitales para mí, porque reemplazas un poco al padre que perdí hace diez años. El “amigo compensación” nos permite retomar el hilo de nuestra existencia, arreglar las carencias del pasado. Es el que nos da lo que nos falta, el que nos ayuda a cicatrizar las heridas de la infancia. Sin embargo, a veces, corremos el riesgo de hacerle pagar por sufrimientos de los que no es responsable.

El amigo confidente: 

Lo bueno de los amigos es que te quieren a pesar de tus defectos. Puedo mostrarme tal como soy. Siempre juego un rol: el de hija obediente, el de madre perfecta… Con los amigos no necesitamos cumplir esos requisitos de persona perfecta”. Poder confiarse y ser comprendido son los criterios que se suelen dar como primordiales para poder hablar de amistad íntima. Los amigos son interlocutores de confianza porque están menos implicados en nuestros problema. El “amigo confidente” no juzga, da un punto de vista desinteresado, opina con sinceridad… aunque a veces su franqueza hace daño.

El amigo apertura: 

El “amigo apertura” es un amigo con el que trabajamos nuestra inteligencia y que nos abre ventanas hacia el mundo. “Él tiene su profesión y yo la mía”. Son amigos que, normalmente, han elegido una forma de vivir diferente a la nuestra, pero que nos fascinan e interesan. Puede representar la persona en la que nos hubiésemos podido convertir si las circunstancias de la vida hubiesen sido diferentes. Es aquél que nos muestra otro cami

La estadística da estas cifras:
. Importante. El 96 por ciento de la población estima que la amistad es importante para nuestro placer y nuestro equilibrio personal. Sin embargo, un 49 por ciento la consideran indispensable en su vida.
. Activa. Al 25,6 por ciento de nuestros amigos los conocemos durante los estudios; al 20 por ciento, en el ámbito laboral, y un 15,6 por ciento son relaciones de vecindad. Al 10,8 por ciento de nuestros amigos los hemos conocido a través de otros amigos, y un 8,9 por ciento, por la familia.
. Social. La amistad rara vez franquea las barreras sociales. El 55,1 por ciento de los amigos de un obrero son obreros, y un 3,5 por ciento son ejecutivos. Mientras que los amigos de un ejecutivo son ejecutivos en un 50,5 por ciento de los casos y un 7 por ciento son obreros.

¡En fin, sea como sea…que vivan los amigos!

Este es mi homenaje a ellos, que afortunadamente tengo la grandeza de tener algunos incondicionales que nunca me abandonan.

No doy nombres, vosotros sabéis quiénes sois.