El amor, como otras muchas cosas importantes en la vida, está repleto de modelos, patrones y probabilidades. Por lo que se podría afirmar que la duración de una pareja también tiene una base matemática, en este caso es la ecuación de Murray que puede predecir qué sucederá en un futuro con tu pareja.
¿Quién no ha soñado mil veces encontrar a alguien con quien compartir toda la vida y ser feliz a su lado? por suerte yo lo he vivido con mis padres. Pero es obvio que hoy en día la mayoría de los niños tienes padres separados y eso es un hecho muy curioso a la par que triste, porque se supone que los avances tecnológicos como Internet nos conectan con todo el mundo y eso se debería utilizar para mejorar y no para lo contrario, para sentirnos cada vez más aislados y solos.
En España el índice de divorcios es muy elevado,tanto como de un 50%,eso significa que una de cada dos parejas que se casa, se acaba divorciando, es apostar a cara o cruz, pero seguro que nadie querría pasar por ahí, cuando tomas la decisión de unirte a alguien lo haces para toda la vida, querrías envejecer junto a esa persona y para ello intentas luchar por mantener la relación, y me pregunto cómo una ecuación puede saber más que yo, pues así es…
El psicólogo John Gottman realizó un estudio basándose en la observación de cientos de parejas,puso total atención en sus conversaciones, expresiones corporales, presión arterial, ritmo cardiaco, etc Después de muchos años de estudio logró pronosticar si una pareja se divorciaría con un acierto de un 90%, es increíble, se podría decir que es un adivino o un gurú , pero lo único que hizo fue observar y sacar una ecuación matemática, para ello se asoció con el matemático James Murray.
La ecuación de Murray depende fundamentalmente del estado de ánimo en el que te encuentras cuando estás con tu pareja. El factor más importante en la ecuación es el umbral de negatividad.Muchas veces se ha dicho que las relaciones que tienen éxito y se mantienen unidas toda la vida son aquellas con un umbral de negatividad muy alto, es decir, que sólo discuten por asuntos importantes y corren un tupido velo ante las pequeñas divergencias cotidianas. Pero las matemáticas demuestran todo lo contrario, las parejas que tienen más éxito son aquellas que cuentan con un umbral de negatividad muy bajo y no se guardan las pequeñas cosas que les molestan, de esa forma se conocen mejor y no permiten que pequeñas cosas del día a día terminen siendo un gran problema porque se lo han callado durante mucho tiempo.
La conclusión que se puede extraer de este genial estudio es que es mejor discutir las cosas que nos irritan que callarse, lo importante es cómo decirlo y que esa discusión sea siempre constructiva y que sirva para afianzar la relación aprendiendo de los errores.